CARLOS
I REY DE INGLATERRA,
ESCOCIA
E IRLANDA
María Estuardo (1542-1587), casada con
Enrique II de Francia, al quedar viuda se vuelve a su propio país, Escocia,
donde se casa con Lord Darnley en 1565. El conde de Murray, apoyado por la
reina Isabel de Inglaterra, promueve un alzamiento de los presbiterianos, que
fue el primer acto de la larga tragedia de María. Atraída con engaños a
Inglaterra por Isabel, esta la encarcela y la manda decapitar. Es patético ver
cómo la cabeza rueda por el suelo y se desprende su peluca, que nadie sabía que
llevaba. Hasta el final, fue guapa y presumida.
María Estuardo
La sucede en el trono escocés su hijo
Jacobo I de Escocia y VI de Inglaterra (1566-1625). Bautizado como católico,
pero educado en el protestantismo, no levantó la voz en defensa de su madre,
oprimida y asesinada en Inglaterra. Sucedió a su tía Isabel como Rey de Gran
Bretaña. Al mismo tiempo se perseguía a los presbiterianos por sus ideas contrarias
al absolutismo. Jacobo estuvo en pugna con el Parlamento, que quiso hacer
prevalecer sus antiguos derechos.
Jacobo I
Casado con Ana de Dinamarca, a Jacobo le
sucede Carlos I, que es el segundo hijo, porque el mayor, Enrique, ha muerto.
Carlos quiere mucho a su hermano mayor y a su hermana Isabel, casada con
Federico V, elector del Palatinado.
Carlos, enfermizo de nacimiento, sufrió
raquitismo. Era frágil y débil y no pudo andar hasta los cuatro años. Su
estatura apenas llegaba a un metro sesenta. El futuro rey trataba de
fortalecerse montando a caballo durante horas agotadoras. Era cauteloso más que
poseedor de una gran inteligencia. Tenía los hombros estrechos, pero intentaba
verse de forma distinta para hacer bien su papel de rey. Como su padre, no
trata más que con gente de alcurnia, despreciando al pueblo llano.
Siendo todavía príncipe, y acompañado
del favorito de su padre, el duque de Buckingham, hace un viaje de incógnito a
España, en lo que se ha llamado el viaje
de matrimonio español. Llegar a un país que mantiene el protocolo más
complicado de Europa, coge por sorpresa al rey Felipe IV, que necesita
mantenerlos ocultos durante una semana hasta poder organizar el encuentro
formal.
La Infanta María Ana, hija de Felipe III,
se muestra desdeñosa con el supuesto pretendiente, cuyo hermano muerto ya había
intentado casarse con ella. Carlos ha de convertirse al catolicismo si quiere
casarse con la Infanta española. ¿Cuál es la verdadera religión? Inglaterra
manda representante de la Iglesia anglicana a la corte española para demostrar
que ellos están en posesión de la verdad. Roma hace lo mismo, y además hay dos
papas que se oponen a este matrimonio si los contrayentes no profesan los dos
la religión católica.
Finalmente el príncipe inglés retorna a
su casa sin llegar a un acuerdo, porque los componentes de su séquito echan de
menos el clima de su país, y los españoles están hartos de los malos modales de
Buckingham, que se queja de que no le colocan en el puesto que él cree que se
merece. Se pasea medio desnudo por el Alcázar y estropea las sillas de éste.
Carlos I (1625-1649), mejor que sus
predecesores pero lleno de las mismas ideas absolutistas, sufrió las
consecuencias de los yerros de sus antepasados.
Enriqueta María
Casado con Enriqueta María, hermana de Luis XIII de Francia, y católica, envió a su privado, Buckingham, en auxilio de los protestantes sitiados en La Rochela. Vivió en perpetua lucha con el Parlamento, hasta que lo disolvió en 1629 y gobernó sin él hasta 1640. A estos motivos de descontento se agregó la persecución de los puritanos –calvinistas extremados-, cuyos procesados se presentaron como mártires de la libertad y la introducción en Escocia del culto de los episcopales. Estos últimos se sublevan en 1640 y tuvo que llamar a juicio a los funcionarios regios y condenar a muerte al ministro conde de Strafford.
Se rebelan los irlandeses contra sus opresores. El Parlamento acusa al rey de complicidad con ellos y de alianza con potencias católicas, con lo que obtuvo la facultad de levantar un ejército, pero en vez de mandarlo a Irlanda, lo retuvo en Inglaterra. Esto hizo que el Parlamento lo tomase bajo su amparo. El rey se trasladó con su familia al norte y convocó un nuevo Parlamento en York. El antiguo Parlamento, que estaba en Londres, declaró el reino en peligro. Se apoderó de la escuadra y llamó a las armas a la Milicia territorial, al tiempo que los caballeros acudían a la defensa del rey.
Al principio, los caballeros
obtuvieron ventaja sobre los cabezas redondas
–como se llamaba a los parlamentarios por llevar cortado el cabello-, pero
Oliver Cromwell organizó escuadrones que pretendían abolir toda jerarquía y no
reconocían rey y autoridad, y traían a todo propósito las frases de la Biblia,
viniese o no viniese a cuento. Estos fanáticos republicanos vencieron a los
caballeros.
Después de inútiles negociaciones,
Cromwell obtuvo sobre los realistas la decisiva victoria de Naseby en 1645. Al
año siguiente, Carlos hubo de huir disfrazado a Escocia, pero los escoceses le
trataron como prisionero y le entregaron por 45.000 libras al Parlamento
inglés.
Oliver Cromwell
Después de muchas vicisitudes causadas por la lucha entre presbiterianos –moderados- y los independientes –puritanos fanáticos y republicanos-, los segundos lograron apoderarse de la persona del rey y expulsar a los presbiterianos del Parlamento. Este entabló contra el rey un proceso de alta traición y le condenó a muerte como: tirano, traidor, asesino y enemigo de la nación (1649). Estos, dueños de la situación, ejercieron una tiranía terrorista, no solo contra católicos y anglicanos, sino contra todo el que se permitiera el más inocente regocijo, contra el arte y contra las brujas, cuyos procesos alcanzaron entonces su apogeo en Inglaterra.
Carlos I fue decapitado en el castillo
de Windsor y cuenta la leyenda que cuando fue
llevado a ejecutar, por tradición se le concedió un último deseo, a lo que él
pidió llevar dos camisas. Iba a ser decapitado una mañana de enero fría, lo que
justificó su petición: «Es que allí fuera
estarán todos mis enemigos y no quiero que me vean temblando ni siquiera de
frío».
Un
inciso.-
Este cuadro, pintado por Van Dyck, llama
mucho la atención si no se sabe el motivo por el cual se hizo. Fue para
mandarlo a Italia y que el Bernini esculpiese una cabeza del rey. Se hizo y se
mandó a Inglaterra, pero en la actualidad está desaparecida.
El pueblo inglés no ha sido nunca
antimonárquico, como se puede ver en la época actual, sino que la inquina
contra el rey fue una actitud personal de Cromwell.
Dueño Oliver Cromwell de Inglaterra,
hizo que el Parlamento suprimiese la monarquía y la Cámara Alta, y proclamó la
República. El poder sería ejercido por un Consejo de Estado de 42 miembros. Al
sublevarse los irlandeses y los escoceses, Cromwell les declaró la guerra.
Las tropas irlandesas fueron
acuchilladas, 20.000 mujeres y niños reducidos a la esclavitud y vendidos en
Jamaica. Las tierras se repartieron entre colonos ingleses, con lo que los
irlandeses que quedaron en el país se enviaron a trabajar a tierras inglesas, y
por la cabeza de un sacerdote católico, se ofreció el mismo premio que por la
de un lobo. Los laicos católicos fueron excluidos de todos los cargos. Muchos
irlandeses huyeron y entraron al servicio de Francia y España; otros se
ocultaron en los bosques y marismas y prosiguieron la guerra contra sus
verdugos.
Los escoceses llamaron al Príncipe de
Gales, que estaba huido en Holanda, le reconocieron como rey con el nombre de
Carlos II, pero fueron vencidos en dos batallas, y el recién nombrado rey, a cuya
cabeza se puso precio, huyó a Francia. Escocia quedó sujeta a los enemigos.
Carlos II
Para vengarse de los holandeses que
habían auxiliado a Carlos II, Cromwell publicó el Acta de navegación, 1651, en
la cual se prohibía que cualquier buque extranjero llevase a Inglaterra otras
mercancías que no fuesen las de su país. Con esto, mató el comercio que hacían
los holandeses y favoreció el comercio inglés, puesto que los buques ingleses
tuvieron el monopolio del comercio ultramarino. Empezada la guerra, los
holandeses fueron vencidos y obligados a la paz, y a los españoles, los
ingleses les quitaron la isla de Jamaica. Cromwell gobernó Inglaterra como un
tirano y como hallase resistencia en el Parlamento, se presentó en él con 300
hombres y lo disolvió, lo mismo hizo con el Consejo de Estado, con lo cual
reunió en su mano todos los poderes (1653) con el título de Lord Protector, y no se ciñó la corona
que le ofrecía el Parlamento por temor al ejército, que era republicano. Pero
el general descontento del pueblo, promovió una serie de conjuras que lo
hicieron vivir en continua zozobra y sin otro recurso que el de imponerse por
el terror.
Un
inciso.-
Se
cree que Cromwell padecía malaria (probablemente contraída durante sus campañas
en Irlanda) y de cálculo renal. En 1658 sufrió ambas a la vez: un rebrote
repentino de las fiebres provocadas por la malaria, seguido inmediatamente por
un ataque de síntomas propios del cálculo renal. Un médico veneciano siguió la
enfermedad que acabó causando la muerte de Cromwell, afirmando que sus médicos
personales lo estaban tratando mal, lo que lo llevó a un rápido declive y a la
muerte. Sin duda, aceleró su decaimiento la muerte de su hija favorita,
Elizabeth Cromwell, el 29 de agosto de 1658, a los 29 años. Murió en Whitehall el
3 de septiembre de 1658, el aniversario de sus grandes victorias en Dunbar y
Worcester.
Abadía de Westminster. Pintada por Canaletto. 1749
En 1661 su
cuerpo fue exhumado de la abadía de Westminster y sujeto al ritual de la
ejecución póstuma. El proceso tuvo lugar, de forma simbólica, el 30 de enero,
la misma fecha en que se ejecutó a Carlos I de Inglaterra. Su cuerpo fue
colgado de unas cadenas en Tyburn durante un tiempo, hasta que finalmente fue
arrojado a una fosa, mientras que su cabeza decapitada fue exhibida en lo alto
de un poste clavado a la entrada de la abadía de Westminster hasta 1685. Tras
ese año, la cabeza fue cambiando de manos hasta ser finalmente enterrada en los
terrenos del Sidney Sussex College, en Cambridge, en 1960, donde Oliver había
estudiado.
Al morir Cromwell, fue reconocido como
sucesor en el Protectorado su hijo Ricardo, pero falto de la energía de su
padre, dejó que se produjese en todas partes la anarquía, con lo que no tuvo
más remedio que abdicar y huir al extranjero. El general Lambert pretendió
representar el papel de Cromwell, pero el pueblo se había cansado de la comedia
republicana.
El general Monk, que estaba en
relaciones con Carlos II, se dirigió con su ejército a Londres, donde se
apoderó de Lambert y convocó un nuevo Parlamento, compuesto en gran parte de
realistas. Este Parlamento decretó el restablecimiento de la monarquía y llamó
a Carlos II –hijo de Carlos I-, bajo la condición de que concediera una
amnistía y tolerancia de las varias confesiones protestantes.
Carlos II (1600-1685) entró en Londres
entre el júbilo popular, pero no respondió a las esperanzas que en él se habían
depositado. Restableció la Iglesia Anglicana, vivió con escandalosa licencia,
que cundió entre el pueblo, y para procurarse dinero, vendió a Francia la plaza
de Dunkerque, que Cromwell había arrebatado a los españoles.
En guerra con Holanda, vio su flota
vencida e incendiada (1667). Entró en la Triple
Alianza contra Luis XIV, aunque luego se pasó a su servicio. Mediante un
cuantioso subsidio que le dio este, declaró otra vez la guerra a los
holandeses.
El pueblo atribuía todos los males a
los católicos, mientras que el rey se inclinaba hacia ellos, y el Parlamento le
obligó a admitir el Bill del test (1673),
en virtud del cual para desempeñar cualquier cargo público, se había de
declarar que se reconocía al rey como Cabeza de la Iglesia, ya que no se
admitía el dogma de la Transustanciación, que duró hasta 1829. En 1678 se
supuso que los católicos habían tramado una conjura contra el rey y con el
testimonio del perjuro Titus Oates, que era un bandolero público, fueron
encarcelados 20.000 católicos, algunos ejecutados, como el conde de Straford,
secretario del duque de York, hermano del rey. El rey no creyó el embuste, pero
no se atrevió a oponerse temiendo que sus enemigos dirigieran contra él la
furia popular que había provocado, antes bien, hubo de conceder el bill de habeas corpus, en virtud del
cual ningún ciudadano podía ser reducido a prisión sin sentencia del juez
competente.
En esta época, por vez primera, se
manifestaron los dos partidos políticos: los liberales y los conservadores.
Jacobo II
A Carlos II le sucede su hermano
Jacobo II, y la Gran Bretaña continúa con su monarquía hasta la época actual
sin más incidentes.
Un inciso.-
Los
puritanos que practican la misma religión que Cromwell, se avergüenzan de que
sea un dictador y emigran en masa a las colonias. Se puede decir que
constituyen la primera comunidad que se establece en Estados Unidos.
En
Salem se produce un proceso contra unas ancianas como presuntas brujas, con lo
que se las condena a la hoguera. (Cfr. una obra de teatro escrita por Arthur
Miller en la época actual, que nos habla de este proceso.)
Los
que han participado en las condenas de las supuestas brujas se arrepienten de
su actitud, pues han condenado al fuego a unas inocentes. Hay representantes de
todas las religiones y se juramentan para que en los estados que han fundado,
no se discrimine a nadie, sean las que sean las ideas religiosas que profesen, y
no dejen de ocupar cualquier cargo público.
¨¨¨
Condado de Tipperary
https://www.youtube.com/watch?v=gs5IH76mwCM
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