Juan
Bautista Lully
¿Qué es el Barroco? Un movimiento literario y
artístico, cuyas características son la exageración, el exceso, la exuberancia,
la pomposidad, el todo presidido por formas armoniosas. Se inicia en Italia y
se extiende por Europa durante los siglos XVI, XVII y XVIII, es decir entre el
Renacimiento y el Clasicismo. Hijo de la época, Lully reúne en sí dos
excepcionalidades: la suya y la histórica que le es propia a Francia, su país
de adopción, durante el siglo del Rey Sol.
Gianbatista Lulli
nace en Florencia en 1632 y muere en París en 1687; poco se sabe de su infancia
y de su adolescencia que semejan envueltas en el misterio. Parece que el padre,
Lorenzo Lulli, era molinero; un grabado de la época muestra una rueda de molino
sobre el río Arno y el posible emplazamiento del hogar familiar; en su contrato
de matrimonio el compositor escribe: “…hijo de Laurent de Lully, noble
florentino…”, sin que ambos extremos hayan podido ser confirmados por
investigaciones posteriores.
¿Qué estudios
realizó? Lully siempre sostuvo que fue un franciscano quien le enseñó lo que
sabía… Usando un término actual, se podría decir que fue un “selfmademan”,
dotado de cualidades intelectuales extraordinarias y de una fuerza de voluntad
férrea: sabe lo que quiere y cómo obtenerlo (estudia, lee, practica). Estar
siempre informado, “estar al día”, es fundamental para ser un creador, un
innovador.
Lo cierto es que
nos encontramos ante un chico despierto, inteligente, observador… Era una
maravilla bailando e inventando aires musicales. Las tres pasiones de su
existencia fueron: la música (sonido), el ballet (movimiento) y la ópera (voz).
A los 14 años tiene un encuentro que cambia por completo su vida. El Duque de
Guisa, en su vuelta a Francia, lo incorpora a su séquito: adiós vida pasada, adiós
familia, adiós idioma, adiós nombre.
Juan Bautista
Lully, con su nombre ya “afrancesado”, entra al servicio de Mademoiselle de
Montpensier y forma parte de su conjunto musical como violinista. Al poco es
despedido. ¿Causa? Parece ser que el joven músico ha compuesto una coplilla
cuyo texto la duquesa encuentra “grosero”. Pasan unos años oscuros, en los que
se desconoce su trayectoria. Finalmente, en 1652, entra al servicio del Rey,
primero como violinista y finalmente como director de la Orquesta Real. Lully
ha tenido tiempo de aprender, por experiencia, que si quiere vivir entre los
nobles, única forma de conseguir aquello a lo que aspira, se ha de comportar
como un noble. Sus modales son ya los de un caballero.
¿Cómo fueron las relaciones entre el soberano y el nuevo empleado? Por
expreso deseo de su madre, Ana de Austria, Luis ha sido educado por Mazarino. Fuese
o no su padrastro, entre los dos hay verdadero afecto y el Cardenal le inculca
el sentido de la realeza y le enseña a servirse de los otros antes de que los
otros se sirvan de él… y a ser un protector de las Artes.
No existe verdadera amistad entre dos personas si no están en el mismo
plano de igualdad y el Rey se encuentra siempre en uno superior y le gustan la
adulación y el servilismo. Parece que ambos personajes se agradan mutuamente y
hasta puede que se admiren. Son “forofos” del ballet y buenos bailarines. Lully
escribe piezas para que las dance y aires nuevos para su orquesta que le
sorprenden todas las mañanas. Lully le placía y le complacía; compuso para él
una música señorial y elegante que le acompañó en la corte y en sus viajes.
El monarca le protegió y le benefició siempre, pero tenía horror de las
llamadas “costumbres italianas” (en la España de los Austria llamadas “el
pecado nefando”) y le retiró su favor no asistiendo al estreno de su última
ópera. ¿Motivo? Una asiduidad excesiva hacia cierto joven paje, de quien el
mismo Rey le había aconsejado alejarse.
Y no pasa mucho tiempo: Lully, quizá un poco nervioso en un ensayo, se
golpea fuertemente un pie con la barra-bastón de hierro, antecesora de la
moderna batuta; la herida le produce una gangrena y los médicos creen necesario
amputarle la pierna para sobrevivir. Él no quiere perder un miembro
imprescindible para bailar, se niega y muere entre terribles dolores.
En su edad adulta
Lully es un perfecto cortesano, culto, astuto, hábil negociante, con una
ambición insaciable; lo tachan de arribista y oportunista.
Su carrera musical
es meteórica, aunque no hay duda de que, para mantenerse en la cúspide, hay que
tener cualidades que él posee en grado sumo: genialidad, conocimientos,
preparación, afán creativo...; es trabajador, activo, responsable.
Alcanza puestos
sociales y productivos económicamente. En 1661 Luis le nombra Superintendente
musical; a partir de 1662 controla la vida musical francesa; en 1674 obtiene
una patente por la que no se puede representar ninguna ópera en Francia sin su
permiso…
En 1681 se expiden
cartas de nacionalización y nobleza, que colman sus expectativas; también
obtiene el puesto de uno de los Secretarios del Rey, nombramiento que solo recae
en miembros de la nobleza nacidos franceses. De 1672 a 1687 preside la Real
Academia de la Música, fundada tres años antes. Hacia 1660 sus creaciones
llegan a Inglaterra y triunfan; su estilo y forma de componer se imitan en
Europa, donde le admiran tanto los músicos como el gran público.
Se ocupa de la educación musical de la Familia Real; características del
rey Luis son su cultura y su esplendidez y en Versalles comparten alojamiento y
enseñanza los hijos legítimos y los bastardos. Entre multitud de profesores
aparecen Lully y sus ayudantes, Moliere con sus actuaciones, La Fontaine con
sus fábulas…
Juan Bautista se casa con Madeleine Lambert, matrimonio ventajoso para él
por la posición del futuro suegro dentro del campo musical. En la ceremonia dos
testigos de excepción: los Reyes de Francia, Luis d´Anjou y María Teresa de
Austria. La nueva pareja tendrá seis hijos, que heredarán una fortuna en
tierras y propiedades a la muerte del
padre. Esto supondrá buenas bodas y, para los varones, ocupar los puestos
directivos que aquél tuvo en vida.
Músico, compositor,
bailarín, director de orquesta y de escena… autor prolífico a quien interesan
toda clase de melodías: Miserere, Te Deum, grandes y pequeños Motetes, Aguas
musicales en Versalles, óperas, ballets.
Tiene voluntad de
organización y despliega una gran actividad ocupándose de los menores detalles,
del equilibrio de la sonoridad, de la total armonía. También tiene sentido de
la dramaturgia y es el creador de la ópera francesa, que él llamaba “tragedias
líricas”, basadas en las obras de los grandes clásicos: Corneile, Racine…
Igualmente trabajó
con Moliêre en obras obviamente más ligeras. Este tipo de representaciones se
montaban con un gran despliegue de medios, que admiraba a los espectadores, los
cuales además le estaban muy agradecidos porque los textos, tanto hablados como
cantados, lo eran en el más puro francés.
El ballet, nacido
en Italia, lo bailan primero los cortesanos, pero Lully lo lleva a la escena
teatral. Los bailarines son solo hombres que se ocupan también de los roles
femeninos; Juan Bautista (¿un feminista en la corte del Rey Sol?) es quien da
paso por primera vez en occidente a la actuación de la mujer. Mademoiselle
Lafontaine estrena “El triunfo del amor”, siendo conocida desde entonces como
“la reina de la danza”. El primer bailarín, Pierre Beauchamp, director de la
Academia de la Danza, establece los cinco movimientos de los pies que desde
entonces permanecen inmutables. Por el apoyo francés al engrandecimiento del
ballet es por lo que en todo el mundo se utiliza este idioma para designar lo
relativo a este arte.
Mlle. Lafontaine pintada por Mignard
La obra y la
personalidad de Lully dominan el panorama musical francés de la segunda mitad
del XVII y él mismo es un fenómeno dentro de la historia de la música en
general por su influencia sobre el arte occidental.
Sus restos
descansan en un gran Mausoleo en el interior de la Basílica de Nuestra Señora
de las Victorias: Juan Bautista Lully ha entrado en la inmortalidad.
Francia es una gran
patria: a quien le rinde gloria, ella lo glorifica.
www.youtube.com/watch?v=9CUd2zBa6gw
www.youtube.com/watch?v=C7oBSdFPM_M
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